lunes, 17 de agosto de 2015

Con el desarrollo preventivo ganamos todos



Cuando en una comunidad se unen las potencialidades con una visión de futuro sostenible se puede aspirar a lograr grandes cosas.

Por: Víctor Aubert Rothgiesser (*)

Muchas veces la gestión social de las comunidades, relacionadas con un proyecto u operación, se inician tiempo después de que se inició el relacionamiento real; y habitualmente cuando se llega a situaciones de potencial coacción por alguna de las partes, cuando es necesario “negociar”. Y muchas veces, también, al llegar a este punto, ya se crearon problemas de confianza y credibilidad entre las partes, los cuales complican mucho el relacionamiento empresa – comunidad e influyen negativamente en el desarrollo de la convivencia.

Para evitar los problemas de confianza y credibilidad, y para buscar un compromiso entre las partes, se está utilizando hoy el concepto de “desarrollo preventivo”, que ha sido definido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) como “una estrategia para transformar los conflictos vinculados al uso de recursos naturales en oportunidades para el desarrollo mediante el impulso de herramientas que contribuirán al fortalecimiento de las capacidades de las instituciones, actores y aliados participantes. Este enfoque comprende al territorio como el escenario para el desarrollo, donde viven personas que comparten historia, cultura, aspiraciones socio-políticas, un ambiente con recursos naturales y ecosistemas, medios productivos, económicos y de infraestructura que requieren ser encadenados para potenciar su desarrollo, constituyéndose en una mirada integral que conjuga todas esas variables”.

En un escenario de “desarrollo preventivo”, la empresa inicia sus labores de gestión social en paralelo con el inicio del proyecto, con el enfoque de apalancar las potencialidades de la comunidad de forma colaborativa. Esta interacción inicial sumada al desarrollo y puesta en marcha de planes conjuntos entre comunidad y empresa permiten crear lazos de confianza y credibilidad mutua, ayudando también a la construcción de canales de comunicación efectiva, eficiente y económica entre las partes. En este entorno, es altamente probable que se consiga un ambiente positivo de convivencia que se mantenga estable durante el desarrollo de la operación de la empresa, que los conflictos entre las partes se minimicen y que la solución a los mismos se simplifique mucho.

Con el enfoque de “desarrollo preventivo” ganan todos: la empresa, que puede operar en un ambiente de convivencia positiva; que puede desarrollar canales de comunicación directos y relevantes; y que puede obtener una mayor rentabilidad social de sus inversiones en responsabilidad social. Las comunidades, que consiguen una mejora real en sus condiciones de vida (gracias a la inversión en el desarrollo de sus capacidades); que pueden percibir directamente, y desde un inicio, beneficios relevantes en sus localidades; y que pueden convivir con una operación extractiva en una situación confianza.  Y, las autoridades, que pueden contar con socios estratégicos para impulsar el verdadero desarrollo de sus localidades, con una visión conjunta y en entornos de paz y compromiso social.

(*) Director de Taller Creativo Consultores

1 comentario:

  1. Efectivamente poco a poco este concepto está tomando fuerza en nuestro país y las empresas están tomando conciencia que invertir en Responsabilidad Social no es un gasto sino una gran inversión donde todas las partes involucradas ganan.

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