martes, 2 de agosto de 2016

El teatro para niños como estrategia de comunicación para cambios sociales

En el mensaje al congreso del nuevo Presidente, se escuchó en reiteradas ocasiones que la meta es tener un país con toda la población abastecida con agua potable. De cumplirse, se lograría una revolución en materia de sanidad y salud pública, se romperían algunos estándares de desigualdad y se crearía una nueva cultura de usos y costumbres domésticas en varias regiones. 

Con la llegada del agua potable llegan también responsabilidades para su correcto uso, el cuidado de las fuentes, el tratamiento posterior de las aguas residuales y una comprensión profunda por parte de los nuevos usuarios sobre lo que significa el ciclo del agua. 

Hace 4 años tuvimos la oportunidad de trabajar con niños y niñas de zonas periurbanas de Arequipa metropolitana, con el fin de que entendieran cuáles son los riesgos de tener fuentes de agua contaminadas y carecer de mecanismos para disponer las aguas residuales. Este reto nos permitió comprender lo importantes que son los niños en la consolidación de cambios de conducta en el seno de una sociedad. La experiencia nos permitió llegar a más de 6 000 niños de primaria e inicial, utilizando una entretenida comedia basada en la aventuras de una inquieta gota de agua llamada Carlota, que llega a la cuenca del río Chili con la intención de regar los ricos vegetales que allí se cultivan, y fue así como conoció a su amiga Gina, la cebollina (una rica cebolla blanca arequipeña). Ambas deben sortear las trampas de la contaminación que acecha, hasta que un científico construye una planta de aguas residuales y logra vencer esta amenaza.



Esta experiencia cargada de humor nos permitió aproximar estos conceptos a los niños y niñas de Arequipa en un lenguaje sencillo y vinculado a la cultura del saneamiento básico, logrando además que sean ellos mismos quienes comentaran el tema con sus padres, logrando introducir esta problemática en la agenda de la comunidad. La iniciativa fue muy exitosa y logramos con ella que los vecinos entiendan y promuevan la necesidad de contar con una planta para tratar las aguas contaminadas del hermoso Río Chili. Con mucha satisfacción podemos afirmar que fueron los niños los que impulsaron esta decisión al interior de sus hogares.


Actualmente, que los chicos están expuestos a una serie de estímulos informativos es vital lograr que estos alienten en sus padres cambios que les permitan tener mejor calidad de vida. 

Tarea cumplida.