lunes, 16 de septiembre de 2013

Conocer a nuestros vecinos, ¡una gran inversión!






El Plan de Relacionamiento con los vecinos de un nuevo proyecto debería partir por un reconocimiento de quiénes son estos vecinos: qué perfil tienen, cómo están organizados, quienes son influyentes, cómo se han comportado en el pasado ante situaciones que salen de lo habitual, cuál es su relación con los sindicatos, gremios, partidos políticos, autoridades actuales y empresas o instituciones que actúan en las cercanías.

La información acerca de los vecinos se puede plasmar de forma concreta y directa en un Mapa de Stakeholders, el cual brinda de forma muy resumida un entendimiento general de la situación, y se puede completar en el mismo documento con una semaforización de los actores más relevantes, en función a las actitudes que se espera, a priori, que puedan tener frente al proyecto; derivándose desde un inicio un nivel de priorización que deberá tener el plan de relacionamiento. Este documento, para ser práctico, no debería tener más de una página de contenido.

El Plan de Relacionamiento para la fase pre-operativa debe indicar, de forma muy concreta, con qué vecinos se buscará un acercamiento, qué se hará para conseguirlo (identificando los recursos necesarios para hacerlo), quiénes serán los responsables de las acciones y cuándo se realizarán. Este Plan, debe ser breve y concreto, procurando que su contenido no supere las tres páginas de extensión (incluyendo el Mapa de Stakeholders).

La tarea de elaborar el Plan de Relacionamiento debe ser corta y su aplicación debe empezar antes de que haya contacto entre la población y los miembros del equipo de trabajo del proyecto (que no estén a cargo de elaborar el Plan, obviamente). Y, para que el Plan sea concreto, focalizado y se garantice su eficiencia y eficacia, debería ser realizado por terceros con experiencia en el manejo de relaciones con poblaciones a nivel vecinal.

Un buen Plan de Relacionamiento y su correcta ejecución minimizan las posibilidades de pérdidas por paralizaciones, sobrecostos en el proyecto por gestiones sociales no previstas y tiempo y energías de los gestores del proyecto en la resolución de aspectos no relacionados directamente con eje del proyecto. En algunas experiencias recientes, ante la adecuada ejecución del Plan de Relacionamiento, se logró concluir las obras con cero días perdidos por problemas con los vecinos y con gastos mínimos relacionados con comunicación y compensaciones.

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